El resultado fue una millonaria transferencia de más de 222 millones de euros (concretamente 222.222.222 euros con 22 céntimos) que le ha costó el puesto a su jefa y supervisora.El banco le ha despedido acusándole de no verificar el trabajo del cajero. De hecho, fue otro compañero del banco quien se percató del error y lo corrigió a posterior.
Sin embargo, la despedida ha llevado el caso de los tribunales, que han obligado al banco a readmitirla tras constatar que ese día tuvo que revisar mas de 800 documentos en busca de errores, y que no hubo mala intención por su parte.
Menos mal que no se quedó sobre la del 9
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