Siempre se ha dicho que cuando a los españoles nos va mal, sacamos el ingenio a pasear.
Esto es lo que le ha ocurrido al publicista Alfonso Vázquez y los arquitectos, padre e hijo, Francisco e Ignacio Morales-, que tienen patentada la primera máquina expendedora de cerveza del mundo.
Indican que la fabrican en Azcoyen, en Peralta, Navarra, donde nos han dado muchas claves, como las formas de pago. Lo más difícil ha sido el tema de la presión y la espuma. Eso un camarero lo aprende por la práctica o lo hace instintivamente, pero que la máquina lo haga bien ha costado mucho trabajo".
El funcionamiento del 'Autobarman' es sencillo: dos o cuatro barriles –hay dos modelos– conservados fríos con su serpentín para mantenerlas frías. Se enchufan a la corriente, el sistema va pasando de uno a otro para servir y cuando se acaban hay que sustituirlos.
Alfonso lo resume en "cuatro años de prueba y error, todo financiándolo nosotros. Una ingeniera de Sevilla nos ayuda con muchos aspectos, entre otros la patente. Ahora el tema es la parte comercial, donde buscamos inversores, capital privada que nos ayude. Las marcas de cerveza han pasado un poco de nosotros porque ellos lo que hacen es cerveza, les da igual cómo la sirva. Pero bueno, esto está aquí, somos españoles, estamos innovando en tiempos de crisis. A alguien le interesará".
El 'Autobarman' ha pasado el verano a prueba en un Placcton, un local de 'coworking' del centro de Granada donde trabaja la mujer de Alfonso.